La prevención es clave para evitar desarrollar enfermedades o para detectarlas a tiempo y mejorar su pronóstico. A través de la realización de análisis de sangre periódicos podemos lograr estos objetivos.
Es por ello que los especialistas y profesionales de la salud recomiendan realizar análisis clínicos al menos una vez al año, aunque el paciente no tenga ninguna patología previa.