Hinchazón, gases, diarrea, dolor abdominal o incluso fatiga y niebla mental. Muchos de estos síntomas se atribuyen al estrés o a intolerancias alimentarias, pero en ocasiones el problema real es el SIBO.
Comprender qué es SIBO y su definición médica te permitirá actuar a tiempo, prevenir complicaciones y recuperar el equilibrio de tu microbioma intestinal.
En Eurofins Análisis Clínicos, contamos con pruebas específicas y fiables para diagnosticar esta condición y ayudarte a dar el primer paso hacia tu bienestar digestivo.
Definición de SIBO: más que un exceso de bacterias
El SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth) se define como la presencia de un número excesivo de bacterias en el intestino delgado.
Aunque en el pasado se pensaba que géneros comunes como Bacteroides, Lactobacillus, Streptococcus, Clostridium, Enterobacterias y Proteus eran los principales causantes, estudios recientes señalan que bacterias patógenas como Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae están fuertemente asociadas, y su abundancia se correlaciona con la intensidad del dolor, la hinchazón y la diarrea.
Según el tipo de microorganismo predominante, se reconocen tres categorías de sobrecrecimiento:
- SIBO: sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado.
- IMO: sobrecrecimiento metanogénico en intestino grueso y/o delgado.
- SIFO: sobrecrecimiento fúngico en intestino delgado.
Para un análisis detallado y adaptado a cada caso, puedes consultar nuestro servicio de SIBO, donde encontrarás información completa sobre las pruebas de diagnóstico.
Causas y factores de riesgo: por qué aparece el SIBO
El SIBO surge cuando fallan los mecanismos naturales que limitan la proliferación bacteriana en el intestino delgado. Entre las principales causas se encuentran:
- Disminución de ácidos gástricos, que normalmente destruyen bacterias ingeridas.
- Baja motilidad intestinal, el factor de riesgo más frecuente, que ralentiza el tránsito de los alimentos.
- Déficit de enzimas pancreáticas o biliares, que reducen la capacidad antimicrobiana natural.
- Disfunción de la barrera intestinal, permitiendo la colonización bacteriana.
- Anomalías en la válvula ileocecal, que favorecen el retroceso de bacterias del colon al intestino delgado.
Diversas enfermedades y condiciones pueden aumentar el riesgo, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la dispepsia, la rosácea, la diabetes, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad arterial coronaria, la presencia de divertículos en el intestino delgado o la cirugía abdominal.
Otros factores en estudio incluyen el estrés crónico, ciertos patrones de alimentación, la medicación prolongada y las intoxicaciones alimentarias.
Síntomas del SIBO: más allá del sistema digestivo
Los signos más frecuentes del SIBO incluyen:
- Hinchazón abdominal y sensación de distensión.
- Gases, flatulencia y eructos excesivos.
- Dolor o malestar abdominal.
- Diarrea crónica o, en algunos casos, estreñimiento.
Pero el SIBO no se limita a molestias digestivas. También puede manifestarse con:
- Fatiga persistente.
- Confusión mental o “niebla cerebral”.
- Ansiedad, problemas cognitivos o dolor sistémico.
- Deficiencias nutricionales, pérdida de peso e incluso anemia, debido a la mala absorción de vitaminas y minerales.
Estos síntomas no son exclusivos del SIBO y pueden confundirse con otras patologías como el síndrome del intestino irritable o la dispepsia funcional.
Diagnóstico: cómo saber si tienes SIBO
El método de referencia es el aspirado y cultivo de yeyuno, pero por su carácter invasivo se reserva para casos muy concretos. En la práctica clínica, los test de aire espirado con glucosa o lactulosa son la herramienta más utilizada.
Estas pruebas miden los niveles de hidrógeno y metano exhalados tras la ingesta de una solución azucarada, permitiendo detectar una fermentación anómala en el intestino delgado. Son no invasivas, seguras y accesibles, lo que facilita un diagnóstico temprano y un tratamiento eficaz.
En Eurofins Análisis Clínicos ofrecemos test de aliento de última generación para la detección de SIBO, con resultados precisos y asesoramiento profesional.
Tratamiento del SIBO: un enfoque integral
El abordaje del SIBO debe ser personalizado y se centra en eliminar el sobrecrecimiento, tratar la causa y evitar recurrencias. Según las guías clínicas americanas y europeas, las opciones incluyen:
- Antibióticos específicos como la rifaximina, para reducir la población bacteriana.
- Antimicrobianos de origen vegetal, una alternativa en casos seleccionados.
- Estrategias dietéticas como la dieta baja en FODMAP o la dieta elemental para casos severos, con el fin de limitar la fermentación bacteriana.
- Probióticos específicos, cuya eficacia depende de la cepa, para reequilibrar el microbioma intestinal.
- Procinéticos, que favorecen la motilidad intestinal y previenen recaídas.
Asimismo, es esencial corregir deficiencias de nutrientes (hierro, vitamina B12, vitaminas liposolubles) para recuperar la energía y el equilibrio nutricional.
Relación entre SIBO y microbioma intestinal
El SIBO altera el microbioma intestinal, es decir, el conjunto de genes de los microorganismos que habitan el intestino. Este desequilibrio puede afectar la absorción de nutrientes, la producción de vitaminas y la respuesta inmunitaria.
Por ello, una parte clave del tratamiento es restaurar la diversidad microbiana para prevenir nuevas recaídas.
Diagnóstico temprano y apoyo especializado
El SIBO es mucho más que un problema de gases o hinchazón. Saber qué es SIBO y su definición médica es el primer paso para actuar a tiempo.
Un diagnóstico temprano mediante test de aliento, junto con un tratamiento personalizado, permite reducir el sobrecrecimiento bacteriano, restaurar el microbioma intestinal y prevenir complicaciones a largo plazo.
En Eurofins Análisis Clínicos te ayudamos a dar ese paso. Descubre nuestro servicio de SIBO y accede a pruebas de última generación con el respaldo de un equipo experto para recuperar el equilibrio digestivo y tu calidad de vida.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿El SIBO es una enfermedad crónica?
No necesariamente. Con un diagnóstico precoz y tratamiento integral puede resolverse, aunque algunos pacientes pueden presentar recaídas.
¿Puedo tener SIBO sin molestias digestivas?
Sí. En fases iniciales puede pasar desapercibido, pero la mayoría de las personas experimentan síntomas en algún momento.
¿Qué ocurre si no se trata el SIBO?
Puede provocar déficit de vitaminas, pérdida de peso, anemia e inflamación intestinal crónica.
¿La dieta basta para curar el SIBO?
Las estrategias dietéticas ayudan a controlar los síntomas, pero normalmente se necesitan antibióticos, antimicrobianos o probióticos específicos.
¿El SIBO es contagioso?
No. El SIBO no se transmite de persona a persona.
