La prevención es clave para evitar desarrollar enfermedades o para detectarlas a tiempo y mejorar su pronóstico. A través de la realización de análisis de sangre periódicos podemos lograr estos objetivos.
Es por ello que los especialistas y profesionales de la salud recomiendan realizar análisis clínicos al menos una vez al año, aunque el paciente no tenga ninguna patología previa.
El objetivo de realizar análisis de sangre consiste en obtener información del funcionamiento del organismo del paciente para poder establecer un diagnóstico adecuado.
Esta información se obtiene al someter la sangre, u otro material biológico, a ciertas pruebas químicas. Así analizamos y medimos las cantidades y la presencia de determinadas sustancias.
La diabetes es una enfermedad que se produce cuando aumentan los niveles de glucosa en sangre y el páncreas no es capaz de producir la suficiente cantidad de insulina para regularlo. Se trata de una enfermedad que si no es detectada a tiempo y controlada puede tener numerosas consecuencias en nuestro organismo, algunas de ellas graves.
Por ello, se recomienda que, especialmente las personas con antecedentes familiares de diabetes, realicen esta prueba periódicamente.
Estas preubas se realizan porque son capaces de detectar marcadores tumorales, es decir, sustancias químicas que producen las células cancerosas.
Esta es una forma sencilla de detectar el cáncer, en cualquier caso siempre hay que realizar pruebas complementarias que aporten más información sobre el tipo de cáncer y el estado en que se encuentra.
