Descripción
La prueba consiste en ingerir por vía oral una solución de lactosa y recolectar el aire espirado a distintos tiempos, para determinar así la cantidad de hidrógeno y/o metano exhalado a través del aliento.
La intolerancia a la lactosa puede ser una intolerancia primaria, debida a un déficit de lactasa, la enzima que disgrega el polisacárido en moléculas más sencillas de glucosa y galactosa. En condiciones normales, la lactosa es absorbida en el intestino delgado. Si existe una absorción insuficiente de lactosa en el intestino delgado, esta alcanza el intestino grueso, donde es fermentada por las bacterias residentes, produciendo gases (hidrógeno y/o metano) que son absorbidos parcialmente por la sangre y expulsados a través del aliento. De este modo, según los resultados obtenidos de hidrógeno y/o metano espirado para cada toma, podemos detectar una posible intolerancia a la lactosa.
Para la interpretación de los resultados, deberás acudir a un especialista que conozca tu situación clínica, siendo esto imprescindible en caso de que alguno de los resultados sea positivo.
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