Descripción
El test Alex nos proporciona, a diferencia de las pruebas cutáneas, un diagnóstico de los componentes moleculares de cada alérgeno y permite discernir sensibilizaciones potencialmente muy peligrosas (alimentos, venenos, látex) de las que no lo son en absoluto, además de ayudarnos a saber con precisión los alérgenos inhalantes (pólenes, epitelios, ácaros y hongos) contra los que el paciente alérgico debe vacunarse.
Por ello es válido para:
- Mejorar el diagnóstico en los pacientes polisensibilizados a alimentos y/o inhalantes.
- Evitar errores diagnósticos, especialmente en pacientes donde no se observa una clara correlación entre la positividad de las pruebas convencionales de alergia y los síntomas.
- Evitar errores terapéuticos en la composición de las vacunas alergénicas.
- Evaluar pacientes con urticaria y anafilaxia idiopática.
- Detectar sensibilizaciones no sospechadas.
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